¿Estoy usando el sujetador adecuado para mí?
Estoy segura de que alguna vez en tu vida te has hecho esa pregunta. Puede que ya hayas resuelto esa duda o, por el contrario, aún te ronde por la cabeza. Si es así, vamos a intentar ayudarte.
No hay muchas mujeres que opten por prescindir totalmente del sujetador. Puede haber momentos puntuales en los que hemos optado por no llevarlo pero, por norma, siempre volvemos a ellos, ya sea por combatir el efecto de la gravedad, por aparentar tener más pecho, por hábito o por efecto estético. Sea cual fuere el motivo, es un accesorio que nos acompañará toda la vida, así que mejor usar el modelo más adecuado para cada una de nosotras.
Las cualidades básicas que nuestro sujetador debería cumplir
- Tiene que sujetar lo necesario, ni en exceso apretándolo demasiado o llevándolo demasiado suelto. Si tus hombros presentan surcos por llevar años apretándote mucho el sostén, no es bueno. Como tampoco te hará ningún efecto si lo llevas muy suelto; será como no llevar nada y la fuerza de la gravedad hará de las suyas.
- No debe ser perjudicial para nuestra salud. ¡Escuchemos más nuestro cuerpo!
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- No es bueno abusar del aro, como tampoco es bueno usar un salva-slip a diario. ¡Y mucho cuidado con que se salgan los aros de su sitio!
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- El tejido es muy importante. El encaje resulta precioso y seductor pero, cuanto menos abusemos de los tejidos sintéticos y más usemos tejidos naturales como el algodón o incluso la seda, mejor.
- No es lo mismo usar un sujetador coqueto, da igual que sea sencillo o sofisticado, pero que sea bonito, que uno que no lo llevarían ni nuestras abuelas.
Es tan importante sentirse guapa por fuera como por dentro. Empezamos vistiéndonos siempre por la ropa interior, prendas destinadas a nosotras mismas en primera instancia y a nuestras parejas en segundo lugar.
Te invito a que seas consciente de esto. Te dará mucha seguridad y, por qué no, te sentirás sexy. ¡Se acabó el cambiarse deprisa y corriendo en el gimnasio porque llevemos unos sujes desteñidos o cedidos!
- Hay que usar la talla adecuada. Ya nos somos adolescentes, así que acabemos con el mito de que, si llevamos una talla menos, aparentaremos una talla más. En la ropa se notará que el sujetador nos aprieta demasiado y se nos marcarán michelines que igual ni siquiera tenemos.
Ya no hablemos de si el final del aro recae en el pecho y no alrededor de él, clavándose en la piel hasta formar pequeños hematomas o la aparición de algún bultito. ¡No nos merecemos esa tortura!
¿Qué talla debo usar?
Probablemente ya sepas qué talla usas y cómo debes pedirla cuando vas a comprarte ropa interior. Por si acaso, te hacemos un breve resumen.
Por ejemplo, “creo que uso la talla 90 de pecho. ¿Cómo puedo asegurarme?” Muy fácil, puedo medirme en casa con un metro de costura. Si mi contorno de pecho se acerca a los 90 cm, es que estoy en lo cierto. Ahora bien, podrían darse distintas variables:
- Tengo menos pecho que espalda. Es decir, no tengo mucho pecho, pero sí una espalda ancha. Necesitaría una talla 90 copa A (significa una 85 de pecho).
- Tengo el pecho proporcionado a mi espalda. Usaría una 90 copa B (misma talla para pecho y contorno).
- En proporción, mis pechos son ligeramente más grandes que el contorno de mi espalda. Mi talla sería una 90 copa C (significa una talla 95 de pecho).
- Mis pechos son bastante más voluminosos en proporción a mi espalda. Utilizaría una talla 90 copa D (significa una talla 100 de pecho).
¿Qué tipos de formas de sujetadores existen?
Aparte de la talla, también debes tener en cuenta qué tipos de formas existen en el mercado ideales para cada tipo de pecho o actividad que se realice:
- Sujetador tipo top o deportivo: cruzado por la espalda, sin aro y sin foam (espuma) o con muy poca. Suelen ser los primeros sujetadores que usan las adolescentes, y los que usamos para practicar una actividad física.
Cuantas menos costuras, encajes y aros lleven, menos roces tendremos. Y, si son de algodón, mucho mejor para facilitar la transpiración.
Hay que tener mucho cuidado con que no nos tiren los tirantes (no hay que apretarlos en exceso o coger una talla más pequeña), porque las cervicales podrían acabar sufriendo.
- Sujetador sin foam, con tirantes anchos y aros. Ideal para mujeres con pechos grandes que tienden a querer disimular su volumen.
Son los que mejor sujetan, pero no tienden a ser muy sexys, sobre todo los de color carne. Para compensarlo, se puede escoger un color, un estampado o un toque con encaje que les dé un aire más atractivo.
- Sujetador con forma de triángulo con foam, sin tirantes y sin relleno. Si no tienes un pecho ni demasiado pequeño, ni demasiado grande, este tipo es ideal, puesto que realza y junta los senos sin exceso y te evitas llevar aro.
La única pega de este sujetador es que, al no ser de los más vendidos, podemos encontrar menos variedad de estampados y colores que otros.
- Sujetador tipo balconette o efecto balcón, con aro y foam. No es recomendable para mujeres con poco pecho porque, al no llenarse, no favorece.
Si se tiene demasiado, antes de comprarlo es mejor probar el efecto con la ropa puesta, para evitar que se marque en exceso el final del sujetador y el principio de los senos, lo que comúnmente se conoce como el efecto “doble pecho”.
- Sujetador con aro y foam. Es el más vendido y del que se puede encontrar una amplia gama de estampados y colores en todas las tiendas. El aro te sube el pecho y el foam le da una forma sutil sin exageraciones.
- Sujetador con aro y push up (relleno) o súper push up. Ideal para las que tengáis poco pecho y os guste lucir un mayor volumen con la ropa.
Un pero de este sujetador es que, si se moja, tarda mucho en secarse por culpa del relleno.
- Sujetador sin tirantes, muy útiles para poder llevar prendas muy escotadas por la espalda, tirantes finos o palabras de honor. No son los más cómodos, pero tienen su función puntual.
Los hay tipo banda o bandeau (tela muy fina), con foam y con push up. Tienden a ser bastante estrechos de contorno, por lo que a veces es necesario usar un alargador que una un cierre con otro y alivie así la sensación de llevarlo demasiado apretado.
- Sujetador con tirantes multiposiciones, menos conocido que el anterior, puede usarse siempre y cuando no sea una prenda palabra de honor.
Es muy útil cuando el escote de la espalda es muy pronunciado y hará que nos sintamos más seguras llevando tirantes.
Si me permitís un consejo estético, ¡tirad cualquier tirante transparente que podáis tener por casa! Siempre es preferible que se vea de manera sutil un tirante bonito de sujetador al efecto de los transparentes.
De muy jóvenes, tendemos a comprarnos sujetadores en grandes superficies en las que predomina el autoservicio y nos guiamos por el diseño y el precio. Sin embargo, considero que el asesoramiento personalizado es muy importante, y más en el caso de una prenda que la llevamos pegada a la piel y durante muchas horas al día.
Existen tiendas franquiciadas que aúnan diseño, precio y buen servicio, en las que suelen contar con la copa C, e incluso la D. Sin embargo, si no tienes un pecho “fácil” y sí muchas dudas, te animo a que visites una mercería de las de toda la vida en la que encontrarás todo tipo de modelos y de marcas comerciales y te dejes aconsejar. Mejor pocos sujetadores y buenos, que malos y dañinos.
Aprovechando que se acercan las Navidades y tras estos consejos que te hemos dado, ¿por qué no revisas el cajón de tu ropa interior, jubilas algún sujetador que ya haya cumplido su función y te das un capricho o lo pides como regalo? Ni te imaginas lo terapéutico que puede llegar a ser ese simple acto.
"Y recuerda, cuídate y mímate. Nadie lo hará con tanto amor hacia ti como tú misma."
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Paula García A.
Equipo Flowher